te llevo en un sueño

¡! En mi sueño japonés ¡!
Había una silla y unos ojos llorando,
Una boca hablando, unas manos clavando,
Dos calvos y un martillo.

Sus ojos me miraban y me contemplaban,
Nos acariciábamos por que sus ojos
Se unían junto a los míos y se unía junto con migo.

Su boca se junto en la de mi alma
Y sus manos acariciaban mi presencia
Pues, me decía ¡no te bayas!

Mi sueño era blanco como una carta blanca,
Por ver esos ojos oscuros, mi amor por el era puro.
Al verle, clavaba una carta blanca
Con su nombre y una manta.

Al despertarme…
¡En contre su manta y su carta
Clavada en mi cama!
El me ama decía su carta!!
Y en la manta decía!: te casaras con migo
Dueña de mi alma!!.